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¿SEGUIR ESTUDIANDO O NO?

Una joven estudiando
La realidad es que cualquiera se hace la cuestión en algún momento de su vida, sobre todo cuando está terminando una fase para empezar otra. La palabra estudiar puede hacer referencia a muchas definiciones asociadas a la adquisición de conocimientos. Sin embargo, en esta entrada, al hablar de "seguir estudiando", me voy a centrar en los estudios con el propósito de tener un título académico.

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¿Seguir estudiando o no? Aunque pueda parecer una cuestión rara, porque para muchos la respuesta es obvia, no la es para otras tantas personas.

La realidad es que, en nuestra sociedad, alguno que otro se hace la cuestión en algún momento de su vida, sobre todo cuando está terminando un ciclo formativo y toca empezar otro nivel. Aunque estudiar puede hacer referencia a muchas definiciones asociadas a la adquisición de conocimientos sobre algo, en esta entrada me voy a centrar en los estudios con el propósito de tener un título académico.

¿Por qué reformulo esta pregunta?

Porque, a la hora de pensar en tu inserción en el mercado laboral, de la manera que sea, te puedes encontrar con personas que parecen tener un modo de vida envidiable, pero que no sea conocida por desempeñar alguna actividad económica debida a su formación. De manera contraria, también te puedes encontrar con personas conocidas por tener cierta preparación académica o profesional, con un modo de vida (económico) que casi da pena. También los hay profesionales, sin titulación académica oficial, que, sin embargo, están ejerciendo en la profesión porque para muchas empresas, lo más importante es saber hacer el trabajo.

Por lo que estudiar (y terminar una formación) puede parecer irrelevante, incluso una pérdida de tiempo, para labrarse un mejor futuro.

En este artículo, voy a analizar la situación (siempre según mi punto de vista) y la voy a compartir contigo. Esto puede que te ayude a decidir sobre el rumbo que tienes que tomar en cuanto al ejercicio de la profesión.

¿Qué es un título académico?

La Wikipedia recoge su definición de este modo:

“Un título académico, titulación académica o grado académico es una distinción dada por alguna institución educativa, generalmente después de la terminación exitosa de algún programa de estudios; ya sea terciario, universitario o de posgrado (en el caso de la educación superior). Consiste en el reconocimiento de la formación educativa o profesional que una persona posee tras realizar los estudios, exámenes y pruebas pertinentes”.

Wikipedia

Dentro de los títulos académicos, es importante hacer una mención especial de los títulos oficiales:

Un título es oficial cuando la Institución que lo emite se encuentra reconocida por la máxima autoridad educativa de la jurisdicción a la cual pertenece y el plan de estudios de la oferta educativa está aprobado por dicha autoridad.

¿Qué es la habilidad en el ejercicio de la profesión?

En la Wikipedia se define del siguiente modo:

“…el término designa la cualidad de una persona capacitada para llevar a cabo esta acción. Lo que se conoce en conjunto como habilidades. Están estrechamente relacionadas, pero no son idénticas, a varios otros conceptos, como disposición, know-how, aptitud, talento y potencia”

Wikipedia

¿Qué está pasando en el mundo laboral?

Vamos a identificar algunos factores que influyen en que muchos estén ejerciendo sin tener un título oficial que respalde su actividad.

1.- El aprendizaje “Artesanal”

Desde hace tiempo, antes de la creación de las escuelas de oficios como tal, las personas aprendían de alguien de su entorno. O de varias personas a la vez. El joven acompañaba desde muy temprana edad a un mayor experimentado en la realización de una actividad. Se convertía así en su pupilo, alumno o aprendiz y, con el paso del tiempo, adquiría suficiente experiencia como para realizar por sí solo dicha actividad. Este es el aprendizaje artesanal. Actualmente, sigue habiendo jóvenes que han aprendido ciertos oficios de esta manera, y ejercen como tales, sin ninguna acreditación oficial, por no haber pasado por una escuela como tal.

2.- El autoaprendizaje

El autoaprendizaje se ha proliferado en los últimos años, sobre todo con la aparición del Internet. Con las páginas webs, los libros (electrónicos y físicos), vídeos y más recursos disponibles, muchos han ido aprendiendo lo suficiente para poderse prestar a realizar servicios en un determinado sector. Igualmente, sin una acreditación oficial.

3.- Las escuelas y estudios no regularizados

Existen muchas instituciones no reguladas que imparten formación en determinadas áreas y, a los alumnos que superan el aprendizaje, según el criterio propio de la escuela, se les extiende diplomas o certificados que, en muchas ocasiones, autorizan al estudiante a ejercer una profesión. Esto sí, sin la aprobación de la máxima autoridad educativa.

4.- La falta de colegios profesionales y sindicatos

Los colegios profesionales y sindicatos son instituciones que velan por mantener la calidad en el desempeño de las funciones y garantizan la seguridad tanto de los del gremio como de los clientes a los que se presta el servicio, para que solo personas autorizadas, por cumplir con el perfil (académico, ético, social, etc.), ejerzan la profesión, reciban los honorarios que se merecen y asuman la responsabilidad en la ejecución del servicio.

5.- El intrusismo laboral

Intrusismo laboral es la dedicación al ejercicio de una profesión, sin contar con el perfil adecuado para ello, ya sea por carecer de dicha formación (reconocida de forma oficial) o por no cumplir con los requisitos legales establecidos.

6.- La manera de contratar de las empresas e instituciones

A todo lo anterior se suma el hecho de que muchas instituciones no hacen convocatorias para la selección de las personas mejor cualificadas para determinados puestos. Es muy común la entrada a la empresa “por la puerta trasera”, sin haber pasado por un filtro objetivo, la mayor parte de las veces, por deseo o imposición de una persona con mayor influencia. Esta manera de conseguir empleo, cuando se ha generalizado, hace que muchos resten importancia a los estudios.

Conclusión, ¿seguir estudiando o no?

Estudia y estudia bien. Completa los estudios y sácate una titulación oficial porque:

  1. Además de proveerte de los conocimientos necesarios para ejercer la profesión, te prepara mentalmente porque te hace sentir capacitado, sin ningún remordimiento, para trabajar.
  2. Te prepara para hacer fácilmente los cursos de capacitación, seminarios o formación continua, que suelen ser completos de una formación base que ya se tiene y/o la función que se desempeña en el puesto de trabajo.
  3. Eleva las posibilidades de tener una mejor calidad de vida y oportunidades de desarrollo. Por esto es importante estudiar algo que nos haga felices pero que también nos abra las puertas, especialmente en un mundo tan cambiante, con nuevas tecnologías y cada vez más competitivo.
  4. No siempre tendrás a un pariente, amigo, contacto que te consiga un empleo pasando por la puerta trasera. Con el título, siempre podrás buscar empleo sin tener que recurrir a un pariente.
  5. Aun estando “dentro”, con empleo, siempre se puede volver a revisar tu expediente, en cualquier momento. Y siempre estarás preocupado porque no te pillen. O te sentirás inseguro porque sabe todo el mundo cómo entraste, una sensación que no tienes cuando has conseguido el empleo de manera totalmente transparente.
  6. Si estás trabajando, sin la titulación oficial y sin conocimientos suficientes, puede que tengas la suerte de tener a compañeros que te vayan enseñando sobre la marcha, pero generalmente, tienes que saber que estás “por tu cara”, no porque lo valgas, así que lo normal es que no recibas mucha ayuda y, sobre todo, no sea suficiente dicha ayuda como para desempeñar bien tus funciones. Si la gente con formación pierde el empleo por alguna incapacidad, imagínate tú, sin esta formación ni titulación.
  7. Si tienes conocimientos, por haber aprendido de manera autodidacta o artesanal, pues sacarte el título oficial te puede ayudar a consolidar dichos conocimientos y, además, a tener base legal para el ejercicio de la profesión.

Y tú, ¿piensas que vale la pena seguir estudiando o no?

16 comentarios

  1. Lo cierto es que es totalmente incómodo que te restreguen en cara que te contrataron por tu cara, aunque mi caso fue diferente. Yo me enteré de un puesto de trabajo por medio de una conocida, pasé a la entrevista y finalmente me contrataron, no por su recomendación sino por mi espediente y la entrevista que afronté. Pero renuncié al puesto tras unos meses porque la conocida se la pasó diciendo a la gente que me contrataron por su recomendación y no podía soportarlo sabiendo que el puesto lo gané por mí misma. Entonces no sé si hice bien o mal? Y yo abogo por seguir estudiando. Gracias

    1. Hola, Pilar. Pues seguramente dejaste el trabajo para sentirte mejor contigo misma. La paz interior es una de las cosas más importantes con las que hay que vivir. Pero te ganaste el puesto por lo que valías, porque se consideró que estabas preparada para él. Así que no creo que hayas hecho nada incorrecto. Muchas gracias por tu aporte.

  2. Me quedo con la última recomendación. Tanto para los que tienen título o no, muchas veces nos toca trabajar en el mundo laboral en disciplinas o actividades no vinculadas directamente a nuestra formación académica (o título). Lo cual afectará a tu rendimiento. Ahora bien, si llevas años trabajando en algo sobre lo que has aprendido sobre la marcha, nunca es tarde para ir a fortalecerte con una formación que ampara está experiencia laboral.
    Eso sí, la vuelva a la escuela tiene que ser selectiva y efectiva.

    1. Hola, Antonio Ramón. Tienes muchísima razón en esto. Se da bastante que te prepares para una cosa y acabes trabajando en otra. Muchas veces son las capacidades desarrolladas en la formación anterior las que te permiten desenvolverte en la nueva profesión. Y como dices, aunque se haya adquirido experiencia en el día a día, es un complemento muy importante la misma formación en sí. Siempre habrá lugares donde, aun con la experiencia, pero sin la titulación debida, no se podrá acceder al puesto. Muchas gracias por tu aportación.

  3. Estudiar nunca se termina en tanto en cuanto a adquirir conocimiento, sin embargo, en tanto e cuanto a obtener un título académico sí que llega un punto en el que ya no tiene sentido dedicarse exclusivamente a ello, tanto por madurez personal como profesional, pasarse la vida sacando títulos es como pasarse la vida sembrando sin nunca cosechar. Llega punto en el que se tiene que empezar a sacar provecho de lo que se ha aprendido, si es que se ha aprendido algo.

    Siempre quedará la frase de » haber estudiado», común en el ejercicio de mi profesión, donde la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos es el reto de cada día.

    1. Hola, MrP. Es como dices. Se estudia para luego sacarle partido. Este artículo anima a hacerlo a quien no lo tiene hecho y está pensando en si vale la pena o no. No hace referencia a quien ya teniendo algún título académico, y esté trabjando en el sector, hace cursos o estudios complementarios, sean regulados o no. Muchas gracias por tu aportación.

  4. Pilar Mbang, jajajajaj hermana mía hiciste mal al dejar el puesto de trabajo, a no ser que conseguiste algo mejor que este trabajo, en la vida siempre recibimos una ayuda, ella te ayudo informándote, hasta allí se lo estarías agradecida, pero lo que en realidad mostro el interés fue tu CV y tus aptitudes en la entrevista, ahora que ella lo vaya comentando, no tenias que contrarrestarlo ni darlo importancia, porque en esta vida no podemos vivirla pendiente a lo que comenta la gente si no lo que nuestra conciencia nos dice y nuestra paz. ¿Cuánta gente han sido recomendada en puestos de trabajo, y no les han han cogido porque no demostraron ser Aptas? en el futuro no lo vuelvas hacer, a no ser que tu conciencia te diga que el comentario es real.

  5. Sí que merece la pena seguir estudiando y mucho. Las razones que has mencionado son más que válidas y han quedado muy bien expuestas.
    Y estoy también de acuerdo con el dicho de que la formación no tiene límite y es siempre gratificante.

    Felicidades por el artículo

  6. Vale la pena seguir estudiando. El estudio lo que te hace, es darte las bases para el desempeño de una actividad profesional en un área determinado.
    Pero ¿Qué pasa cuando te vuelves exitoso sin haber hecho una formación? En nuestra sociedad(G.E) yo por lo menos he visto de casos y en otras supongo que también, esto por una parte. Por otra parte, imagínate dos personas que hacen el mismo trabajo, una con el título que le certifica que es capaz y el otro carece del título pero ambos son capaces de hacer el mismo trabajo, de cero a infinito. Ahí, nos damos cuenta que el certificado o título sería sólo eso, un complemento diría yo para el que no lo tenga.
    Pero por experiencia y tal vez por mi profesión, diría que con el título siempre hay algunas pequeñas técnicas-teoria-sugerencias que se desconocen, de hecho me estoy sacando varias certificaciones. Un saludo y gracias por el artículo, buen trabajo.

    1. Hola, Carlos. Gracias por tu aportación.
      No descarto la idea de que alguien, de manera autodidacta o por aprendizaje artesanal, llegue a tener suficiente conocimiento como para poder ejercer. Es poco frecuente para profesiones que requieren formación universitaria, pero se puede dar y, de hecho, se da. Lo que yo sugiero es que, aun en este caso, se saque si puede, la titulación oficial. Además de las razones expuestas en el artículo, yo soy partidario de que exista un orden o un criterio para desempeñar trabajos profesionales. Con la formación y la certificación oficial final, se tiene la certeza de que la persona posee las aptitudes mínimas que se necesitan para esta profesión. En caso de que se tenga alguna duda de ello, suelen exister entidades que, igualmente, someten a la persona a unas pruebas que, superadas, certifican que está capacitada para ejercer.
      Pero por otra lado, me temo que gran parte de los que trabjan sin el título, carecen de bastentes conocimientos necesarios para dicha profesión. Algo básico es, por ejemplo, la comunicación. Un especialista en un tema, hablando con otro especialista, utiliza unas terminologías que tiene por seguro que el otro entiende. Hablando con otro no especialista, estaría tratando de expresarse en el lenguaje que éste pudiera entender. Solo por no haber pasado por una formación como tal, puede que uno sepa hacer algo (funcional), pero no tenga ni idea de los procedimientos formales, estándares a seguir, documentación, comunicación, etc., que son igualmente cruciales para el ejercicio de la profesión. Por esto muchos creen que cualquiera que hace trazas sobre el papel, o mezcla cemento y coloca bloques, puede llamarse arquiteco. O cualquiea con bata blanca en el hospital, puede llamarse médico o doctor (y ejercer como tal). Solo son ejemplos.
      Por otra lado (en esto estoy más que de acuedo contigo), el título en la pared no lo es todo. El título solo es la certificación de que has superado con éxito todas las pruebas necesarias para ejercer dicha profesión. Por lo que estás capacitado por tener las bases mínimas. Lo demás lo adquieres ya con la experiencia en el mundo laboral y con cursos adicionales más específicos. Por esta razón, también es importante la entidad que concede el título, su reputación y su calidad de enseñanza y, por supuesto, la misma validez del título.
      En conclusión, la formación le añade conocimiento, disciplina, estándares,…al talento base que puede uno tener, para entenderse con los demás de su profesión, y para hacer mejor su trabajo.
      Siento haberme alargado tanto, pero ha sido por el gran aporte tuyo sobre lo que pasa comúnmente en nuestra sociedad.
      Muchas gracias a ti, una vez más.

  7. Seguir estudiando es muy importante, considero que es una forma de mantener la mente activa, son millones de neuronas las que tenemos, pero que no son eternas, una de las formas que tenemos para mantenernos cuerdos es la lectura, y una de esas formas de seguir leyendo es desde una formación.
    Nunca es fácil, sobre todo cuando ya tienes un fondo de ingresos, pero teniendo esa fuerza de voluntad y el interés, se pueden conseguir grandes cosas.
    Capacitarte en cualquier ámbito es necesario, ayuda a conocer las herramientas necesarias para el desarrollo de las tareas y para tu desarrollo personal.
    Este artículo es muy importante que creo llama a la reflexión.
    En ocasiones he tenido la necesidad de dejar de pensar en lo que son los estudios, pero cuando me preparo para ser el «Profesor particular» de algún joven, siento que nunca es tarde para invertir más tiempo en esa disciplina.

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